El Reino Unido vuelve a la carga: esta vez ha sancionado a 18 petroleros rusos y 4 buques metaneros. Y no se trata de poca cosa, sino del mayor paquete de sanciones hasta la fecha, dirigido contra la llamada «flota en la sombra» de Rusia. Según Reuters, Londres va claramente en serio, y esta medida no es una mera formalidad.

¿Qué es exactamente esta «flota en la sombra»? Según Gran Bretaña, son buques que se comportan, por decirlo suavemente, fuera de lugar: intentan eludir las sanciones occidentales sobre el petróleo ruso por todos los medios, como experimentados jugadores del gato y el ratón. Pero ahora los británicos han decidido no ser ceremoniosos: exigirán a estos barcos que muestren un seguro a la entrada, como si fuera una entrada para el teatro. Y si el documento resulta ser falso, ya pueden olvidarse de cruzar el Canal.

«Cualquiera que ayude a Rusia en sus 'actividades destructivas' se arriesga a sanciones», dicen las autoridades británicas. Según dicen, la advertencia ha sido escuchada. Por ahora, Rusia finge que las sanciones no le afectan y sigue aumentando su flota de petroleros, que evitan a los reguladores y aseguradoras occidentales como escolares que se escapan de clase.

Pero ahora esos 18 petroleros han perdido oficialmente el acceso a los puertos y servicios marítimos británicos. Con ellos, ya son 43 los petroleros rusos sancionados. Entre los que ahora se encontrarán en la lista negra portuaria británica figuran leyendas marítimas como el NS Bora, el Atlas y el Moskovsky Prospect. Al parecer, estos buques tendrán que hacer nuevas rutas.

El Ministerio de Asuntos Exteriores británico no se anda con chiquitas: han dicho que sus «despiadadas acciones» ponen literalmente un palo en las ruedas del sistema ruso, privándole de ingresos. Y hay mucho de qué hablar: el año pasado, estos petroleros transportaron petróleo por valor de casi 4.900 millones de libras, es decir, 6.370 millones de dólares. Eso no es un paseo por el Canal de la Mancha.

La embajada rusa en Londres, como de costumbre, ha optado hasta ahora por no hacer comentarios. Tal vez todavía estén pensando cómo reaccionar ante este último golpe de las sanciones, pero lo que sí podemos asegurar es que la situación es cada vez más tensa para la flota en la sombra.